Capítulo 105. Traición.
—¿Qué? —Catalina estaba completamente asombrada y desconcertada por la grave acusación de Ricardo. Su rostro reflejaba una mezcla de shock e incredulidad.
—¡Lo sé todo, Catalina Praga! —dijo Ricardo, su voz resonando con furia y decepción. Lo que de verdad no consigo entender es cómo pudiste manipular a mi hijo y hacerle creer que eras otra persona, alguien que no eres. ¡Le proporcionaste la información clave a esos delincuentes para que pudieran robar todo un cargamento de joyas de la mejor calidad! ¡Eres una impostora, una mentirosa sin escrúpulos! —la acusó Ricardo, su mirada llena de desprecio y sentimiento de traición.
—¡Eso no es cierto! —exclamó Catalina, sus ojos llenos de lágrimas y su voz temblorosa por la emoción. ¡Yo no hice nada de lo que ese hombre me está inculpando! ¡Padre, por favor, créame! —pidió Catalina, implorando con desesperación y buscando apoyo.
—¡No soy tu padre! —replicó Ricardo con dureza, sin un atisbo de compasión en su tono—. Tú eres solamente la esposa