Llegué al departamento con un poco menos de energía, creo que la adrenalina del momento había pasado y ahora tenía muchas dudas en la cabeza, ¿Acaso había tomado la decisión correcta? ¿Era real la actitud de Emiliano? ¿Cómo era posible que actuara indiferente?.
Todos esos pensamientos pasaron de largo cuando un golpeteo en la puerta de mi apartamento me sacó de mi momento de reflexión, me acerque a la puerta y pregunté con voz baja —¿quién es? — pero nadie contestó.
Al abrir la puerta con un poco de miedo, Gabriel se encontraba ahí, su pelo algo despeinado y su rostro con algunos rastros de sudor, era como si hubiera corrido todo este camino.
—Hola Gabriel ¿te encuentras bien? — Dije de manera sorpresiva pues su simple presencia en este momento me causaría muchos problemas si es que Emiliano se enteraba que él estaba aquí.
—Aurora, podemos hablar, no terminamos de platicar y ahora que sorpresivamente tomaste la decisión de irte, me aleja mas de lo que tenía pensado para nosotros— Su