— ¡Shrek! — la puerta se abre de un portazo. Lena se sobresalta al escuchar semejante escándalo. En su silla eléctrica Elijah se acerca a ella enfadado. — ¿En serio? ¿Shrek?
Lena coloca los ojos en blanco, mientras que recorría la casa se encontró con una habitación completamente vacía y tenía un ventanal perfecto para ver en los momentos de bloqueo. Acomodo su computador, su máquina de escribir en el suelo, porque no tenía nada para organizarse.
— Oye lo siento ¿Si? Pero es que la señora del mercado te describió perfectamente. — se levanta del suelo. — además debía actuar como si… tuviéramos un recorrido de pareja.
— Pero pudiste haberme defendido
— Sí… pero para mí no era una opción. — se encoge de hombros.
— Además ¿Qué haces allí?
— Bueno, necesito un lugar para escribir y mientras merodeaba por la casa encontré esta habitación con este ventanal y la hice mía. — responde Lena.
— Mm… bueno… ¿Y de donde sacaste esa máquina de escribir?
— A un señor, su tienda tenía todo en liqui