La Fuga de Benjamín

Maxon Chrysler

No puedo creer que mis hombres sean tan inútiles. Se dejaron robar una mercancía muy importante. Obviamente, ellos me la pagarán con su vida, y ese maldito ladrón lo contaré en pedacitos cuando descubra de quién se trata. Nadie le roba a Maxon Chrysler. Ese miserable del jefe de la DEA me está pisando los talones. Pronto le daré un regalito; tiene una hermanita que puede servir para el negocio.

Luego de un largo día de trabajo, llegué a mi habitación, me di un baño y me uní a Luzma en la cama. Dejé un beso en sus labios, el cual ella siguió. Anoche me enfadé cuando no la vi en la fiesta y, luego al regresar a casa, le pegué.

Estuve varias horas enojado con ella, pero ya se me ha pasado el enojo. No entiendo por qué Luz Marina saca lo peor de mí. Desde que era una niña la amo.

—Ya entendiste que eres solo mía —dije con firmeza, observándola fijamente.

Ella agachó la mirada y asintió con la cabeza.

—No sabes mentir, Luzma —le reproché, notando su vacilación.

—No te amo.
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App