Cuando Maxon regresó, su mirada era heladora mientras me agarraba el cabello con fuerza.
— ¿Qué le has dicho a tu madre? —me espetó con voz ruda, sus ojos buscando respuestas en los míos.
— No le he dicho nada —respondí con rapidez, tratando de mantener la calma a pesar de su agresividad.
Maxon frunció el ceño, claramente disgustado.
— No pretendas jugar conmigo, Luzma. Sé perfectamente que has hablado con la policía —dijo con voz baja y amenazante.
Tragué saliva, sintiendo el peso de su sospecha.
— No sé de qué hablas —respondí, intentando mantener mi voz firme a pesar de la incertidumbre que me invadía.
Maxon soltó un suspiro frustrado antes de continuar con más intensidad.
— De Alexis Madrigal, el nuevo jefe de la DEA. Sé que lo has visto —dijo, su tono cortante revelando su desconfianza y enojo.
Me quedé en silencio por un momento, procesando cómo responder sin comprometerme.
— Alexis era amigo de Ben. Lo encontré por casualidad. Solo crucé un par de palabras c