Alejandro se despidió de su amigo, que mucho no le contó de su gran noche.
Entro a su vivienda, ya eran pasadas las 12 del mediodía.
-Hijo, me asusté ¿Dónde te habías metido?
Le preguntó su madre.
-Te dije que festejaba mi despedida de soltero.
- ¿Hasta esta hora?
-Madre… soy un adulto, que está acostumbrado a vivir solo, lo hago desde hace años.
- ¿Por eso te fuiste anoche? ¿Te molestamos?
- ¡No! Fuimos a cenar, a bailar y…
Leonardo lo escuchaba sin ánimo de ayudarlo, aunque entendió perfectamente que había sucedido.
-Y se hizo esta hora, por favor, si ves a Mónica, no le digas a qué hora llegué.
Con esas palabras, Evelyn entendió que su hijo había estado con otra mujer.
-Hijo…
Comenzó a decir.
-Madre, extraño tu comida, que rico huele ¿Ya comemos?
-Sí, te estábamos esperando.
-Perfecto.
Cenaron conversando temas triviales.
-Me tiro un rato, es que casi no dormí.
Su padre lejos de estar contrariado confirmó que Mónica no era la mujer que su hijo necesitaba y reavivó las esperanzas de