Iliana sentía que el corazón se le iba a salir del pecho.
Su hermana estaba viva. Viva.
La fecha y el contenido de la carta no dejaban lugar a dudas.
Estaba viva y había conocido a William. William le había mentido.
¿Por qué? ¿Qué significaba todo ello? ¿Cómo podía haberle mentido? ¿Haberla alejado de su hermana? ¿Por qué habría querido provocarle ese dolor conscientemente? ...
Iliana volvió a leer la carta por lo menos dos veces más hasta qué rompió en llanto.
Así la encontró William, rota entre lágrimas en el salón. Se apresuró hacía ella y se arrodilló a su lado.
-Ya sabía que no era buena idea venir aquí- dijo. -Maldita sea Iliana. Vamos, venderemos está maldita casa si te produce tal congoja. La quemarse si me lo pides.
-No es esto -dijo Iliana entre sollozos tendiéndole la carta a William.
Este ni siquiera acabo de leerla, al primer párrafo supo de qué se trataba, y lo que ello significaba.
-Iliana yo…. empezó
No pudo acabar la frase, Iliana se plantó de un salto fren