Tres años después.
12 de abril de 2019
Hoy todo tiene que salir bien. O eso es lo que me he estado repitiendo varias veces al día. Hoy no le he dado cabida al negativismo. Hoy la perfección tiene que adueñarse del tiempo y conspirar a mi favor. No estoy dispuesta a amargarme este día y menos luego de unos meses angustiantes que me han sofocado hasta dejarme sin aire, sin descaso y lo único que han pasado son las facturas de fatiga y de dinero.
—¿Estás lista?
Desvió mis ojos a su rostro y veo en los suyos la misma emoción que embarga mi cuerpo.
—Sí