De regreso a puerto trial, Terr analizó la situación. Tenía muy pocos hombres como para enfrentar a la tripulación de la muerte, debería conseguir más personal que lo ayudara, decidió reclutar gente en puerto trial, como era un pequeño pueblo el ser pirata era un gran anhelo de la gente de por ahí.
Preguntó a cada hombre que vivía en ese lugar, consiguió pocos ayudantes, entre ellos una mujer, su nombre era Isabel, era valiente y muy persistente. Terr no quería aceptar que se uniera a la tripulación, pero ella insistió tanto que al final a Terr no le quedó más remedio que darle la bienvenida al barco Santa Fe.
Los nuevos piratas que Terr reclutó nunca habían tocado una espada, tenían que enseñarles desde cero. Los hombres de la tripulación que conocían de estos temas harían de maestros. Isabe