En la manada real las cosas se complicaban cada día más. Los aliados del Caos se habían multiplicado y superaban en número a los contrarios. Vera, quien había estado en el calabozo por algunos días, ahora gozaba de su libertad sin ningún contratiempo y es que a Ícaro no le habían quedado alternativas.
Dos días habían transcurrido desde la pelea entre Ramsés e Ícaro, pero para los protagonistas parecía que habían transcurrido años.
Todo había cambiado en demasiado poco tiempo, los ancianos habían realizado un concilio ilegal y en él habían señalado a Ícaro como legítimo y único alfa de la manada, y a Marian como su luna, lo que complicaba en gran manera todo.
_ ¡No! ...yo jamás…nunca…imposible…solo Alexa…solo ella _ Ícaro estaba desesperado, el plan había salido en parte como lo deseaban, pero por otro lado todo era un verdadero caos.
_ Lo sé hermano _ contestaba Ramsés palmeando la espalda del menor, él nunca permitiría que su hermano se sacrificara de semejante manera, tampoco dejarí