Un nuevo día había llegado, los rayos del sol se filtraban por las ventanas, Isis abría perezosamente sus ojos y estiraba sus brazos. La noche anterior había sido algo agotadora, ya que después de que Alexa fuera secuestrada por su compañero y Hatice secuestrara a sus dos parejas, ella quedó sola a merced de un apasionado Ramsés que no le dio escapatoria y la tuvo toda la noche debajo de él, o quizá arriba…o en varias posiciones, sintiendo toda la urgencia y la pasión que ella despertaba en él.
Ahora, adolorida, se incorporó en la cama, solo para comprobar que se encontraba sola. La habitación estaba completamente vacía, no había rastro alguno de Ramsés, tal parecía que se había levantado muy temprano, o tal vez, ni siquiera durmió.
Algo dentro de la joven se removió, en realidad la noche anterior había llegado algo tarde, y ahora despertaba y él no se encontraba a su lado. Con temor, se apresuró a levantarse y salir, necesitaba encontrar a Ramsés y comprobar que nada malo le hubiera