Kael
El sol de la mañana se sentía como un castigo después de la noche de farsa y el ritual de la Luna Llena.
Me levanté del sofá en la suite matrimonial, dejando a Lia dormida la evité el aire en la habitación olía a la mentira de nuestro pacto.
Atendí rápidamente los asuntos urgentes con Torvin.
Mi Beta, con su lealtad inquebrantable, sabía que mi corazón no estaba en el compromiso pero mantenía un silencio respetuoso.
— Alpha —dijo Torvin, con cautela—. Todo está en orden la manada acepta la unión por el bien de la alianza, aunque el respeto por la Luna Lia... sigue siendo superficial.— Asentí, sintiendo el vacío de mi propio poder.
Sabía que sin el linaje puro de Lyra para validar mi elección, mi poder se sentía incompleto y cuestionado.
Necesitaba ver a Lyra necesitaba la verdad cruda y limpia que ella representaba.
Me dirigí al campo de entrenamiento.
Al llegar al campo, el entrenador, Tarsus, se acercó a mí con una sonrisa cansada pero orgullosa.
— Alpha —saludó—.q