Mundo ficciónIniciar sesiónLuca lo evaluó rápidamente. Un profesional. Serio. Quizás razonable. —Doctor, gracias por su tiempo. Lo que voy a decirle es... delicado. Y necesito su total discreción.
El Dr. Ramírez arqueó una ceja. —Lo escucho.
—Mi nombre no es Rossi. Es Luca Bellini —dijo Luca, su voz baja pero firme—. Fui... pareja de Amelia hace muchos años. Y soy el padre biológico de uno de sus hijos. De Emilio.
El doctor se quedó inmóvil, procesando la información. Observó a Luca con detenimiento: el cabello oscuro y rizado, la estructura ósea, y sobre todo, los ojos. El parecido con el joven Emilio era innegable, casi perturbador. Esa similitud física le dio a las palabras de Luca un peso inesperado de veracidad, una posibilidad creíble en medio de lo inverosímil.
—Entiendo —dijo el Dr. Ramírez, eligiendo sus palabras c







