Capitulo846
Después de que Kallen se fue, Kiros me preguntó qué opinaba al respecto.

Le respondí con calma:

—La verdad, no tengo una opinión sólida de esto. Si él quiere colaborar, perfecto; si no quiere, pues también está bien. Nosotros no tenemos prisa. Cuando ya no pueda sostenerse por su cuenta, entonces tomamos el control de Sanación Ósea sin problemas.

Kiros soltó una carcajada y me miró aliviado:

—Ese desgraciado llegó de golpe y me dejó sin saber qué hacer, pero ahora que te escucho decir eso, ya me siento mucho más tranquilo.

—En realidad, no me urge nada —continué diciendo:— Pase lo que pase, tenemos que esperar a que Aquilino se recupere por completo. Solo así podremos empezar a considerar cualquier otro asunto.

Lo cierto es que lo mío era tan solo una idea: un deseo de emprender, sí, pero aún no había planeado ponerlo en marcha tan pronto.

Lo que no me esperaba era que Kallen viniera a buscarnos primero.

No le di muchas vueltas al asunto. Preferí seguir con mis tareas del día, concentr
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP