# OLIVIA
Observé cómo Marcus la escoltaba fuera de la casa, luego me senté y continué comiendo. Lupita levantó una ceja, pero no le presté atención. Cuando Marcus regresó, también me miró de forma extraña.
"¿Qué?" Se encogió de hombros. "Solo me pregunto si estás bien".
Me metí más comida a la boca. "Come algo, Lupita trae a mi hijo para que también coma".
Marcus frunció el ceño. "Dijiste que te encargarías de todo, así que decidí confiar en ti y seguir con mi vida. Ya me cansé de que esta gente me controle, me cansé de sus amenazas y de perder mi tiempo y paz mental por culpa de ellos".
Una sonrisa apareció en los labios de Marcus. De inmediato, se levantó y me jaló de mi silla. Mientras aún procesaba lo que estaba sucediendo, unió sus labios a los míos, provocando que mis ojos se abrieran por la sorpresa, pero él no dejó de besarme. Finalmente cerré los ojos y me permití sentir y disfrutar el beso.
"¡Qué asco!" Escuchamos, así que nos separamos, riéndonos.
Samuel estaba allí con lo