OLIVIA
Fruncí el ceño aún más, no sabía si era un mentiroso patológico o si era bueno manipulando a la gente. De cualquier manera, no me agradaba. "Nunca me contactaste, ¿de qué estás hablando? Lo que entiendo es que ese tipo me mandó a torturar por puro capricho y por razones que nunca sabré".
Temblaba de rabia; si sabía que algo así podría suceder, debió haberse mantenido alejado y nunca haber intentado contactarme. ¿Y cuándo lo había hecho exactamente?
"No te contacté directamente, pero tenía gente vigilándote. Cuando me avisaron que estabas en la cárcel, el Don se enteró y se puso furioso".
Suspiró pasándose la mano por el cabello. "Mandó a sus matones para hacerte daño y darme una lección, para que aprendiera que cuando él ordena algo, lo tenía que hacer sin cuestionar nada o pagaría las consecuencias". Dejó escapar una risa seca. "Te hizo daño para castigarme, como si realmente te hubiera contactado. Después de eso, ya no podía quedarme de brazos cruzados; cumplí con todo lo que