OLIVIA
Escuché con atención lo que Ethan y Marcus me contaron sobre las últimas dos semanas. Me sorprendió todo lo que había perdido. No me importó que Nick dijera que nuestro divorcio no era oficial y que yo seguía siendo su esposa. Lo que aprecié fue que buscó lo mejor para mí y se aseguró de que recibiera buena atención. Ahí vi al Nick que conocí una vez, no al monstruo en que se convirtió después.
"Gracias por cuidarme y estar pendientes de mi hijo".
Antes de que cualquiera pudiera responder, la puerta se abrió y Samuel entró, seguido por Lupita y la abuela Susan.
"¡Mami!"
Corrió hacia mi cama, Ethan lo ayudó a subir y me dio el abrazo más grande que pudo. Mi pobre niño debió haberme extrañado mucho.
"¿Cómo has estado, mi cielo?". Me mostró un pulgar arriba y una sonrisa. "Gracias por traerlo, Lupita. ¿Qué tal estás, abuela?".
Ella hizo un gesto con la mano mientras se sentaba en la silla junto a mi cama. "Yo soy la que debería preguntarte eso a ti, menudo susto nos has dado, O