OLIVIA

Estaba en mi oficina sobrecargada con el trabajo de dos personas desde que despedí a Jane, aunque le pedí a Lauren que publicara el anuncio para la vacante, el proceso de contratación tardaría al menos un mes. Mientras tanto, debía arreglármelas sola. Al fin y al cabo, el negocio era mío y estaba en pleno crecimiento.

Tenía dos clientes importantes y más de quince pequeños, sumado a la consultoría fiscal y financiera que ofrecía a los emprendedores locales. De continuar con ese ritmo de crecimiento, pronto necesitaría ampliar la plantilla para distribuir mejor el volumen de trabajo.

La puerta de mi oficina se abrió de repente. "Lauren, qué bien que estás aquí. Necesito saber si la empresa de camiones contestó sobre los vehículos que queremos comprar y por favor, habla con Recursos Humanos para ver cómo va con la contratación de los conductores, tenemos que seguir avanzando para que nuestro personal actual pueda descansar un poco".

No escuché una respuesta y al levantar la vista,