CELIA :
Abro los ojos lentamente sintiendo un fuerte dolor de cabeza.
Intento moverme, pero el dolor en la costilla me hace gemir de dolor.
– Espera, no puedes hacer movimientos bruscos por ahora.
Se aparece Máximo frente a mí.
Miro a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en un hospital.
¿– Dónde está Angel?
Pregunto preocupada, con la voz algo ronca.
– No te preocupes Angel está bién, está junto a Patricia.
Dice acercándose a mí para tomar mi mano y entrelazar nuestros dedos.
¿– No le pasó nada? ¿No tiene alguna fractura o un mal golpe?
– Está en perfectas condiciones, solo algunos rasguños nada más.
Dice besando mis manos con cariño.
Suspiro de alivio.
¿– Cuántos tiempo llevo aquí?
Pregunto.
– Solo algunas horas... ¿Sabes? Estaba muy preocupado por tí... Pensé que algo malo te había pasado, y cuándo te encontré desmayada junto a nuestro pequeño... Pensé lo peor... La verdad estaba muy asustado y con miedo de perderte.
Dice mirándome de manera profunda y sincera.
Tomo sus grandes ma