Alexandra trataba de abrirse camino para encontrar ayuda, pero la lluvia imposibilitaba dicha acción puesto qué el terreno se ponía intransitable en época de tormentas, eso aunada a la poca visibilidad que había, entorpecía las cosas, ella tuvo que tomar una decisión, dejar a Stella y llevar en brazos a la niña, puesto que la pequeña no quiso apartarse de ella.
–Tengo mucho frío, quiero ir a casa.– Gritaba la niña desconsolada.
Alexandra trataba de abrigarla con sus brazos, pero dentro de poco las dos estaban empapadas y temblando de frío.
–Aguanta mi amor, pronto encontraremos a alguien que nos ayude y podremos regresar a casa.– Le dijo tratando de consolarla.
Estaba desesperada, ya que por lo regular esos caminos se hallaban muy solitarios, tenía la esperanza de qué todos estuvieran buscándolas y que alguien pudiera aparecer para sacarla de aquellas tribulaciones. por otra parte, la brigada comandada por James avanzaba, Adam iba tras ellos puesto que conocía muy bien los caminos de