Capítulo 48
8 años antes.
Antoni:
Llevaba muchos días en aquel hospital, tantos como para haber perdido la noción del tiempo. A veces el día y la noche se fundían a tal punto que dormía todo el día y me pasaba las noches con la mirada clavada en la pared tan blanca e inmaculada como mi mente. Recordaba quién era, mi nombre, el nombre de mis padres, el de mis conocidos y mi historia hasta los últimos meses. Me dijeron que estaba en casa de los Cavalier, la familia de un amigo que vivía en un pueblo llamado Redmond, cuando me avisaron del infarto que sufrió mi abuelo. Seguramente salí a toda velocidad en mi auto cuando tuve aquel accidente. Mi cuerpo estaba prácticamente bien o al menos la parte visible, porque mi mente era otra historia. Se suponía que debía recordar, ya era hora de que recordara lo sucedido, pero por más que lo intentaba no sucedía.
Más allá de mis pensamientos borrados estaba la angustia por haberme perdido los últimos minutos de mi abuelo. Ni siquiera pude despedi