Capítulo 35: La verdad en sus palabras.
Renato había golpeado a su hermano en el rostro. Leonardo, incorporándose rápidamente, se acomodó el elegante saco y notó aquella botella de licor en las manos de su hermano.
— Veo que igual que siempre, no eres más que un niño mimado e idiota. — dijo Leonardo con un deje de desprecio.
— Silencio, tú eres un maldito desgraciado que siempre se ha sentido superior a mí siempre presumiendo ser el orgullo de nuestro linaje, ¿Realmente crees que Arianna podrá amarte como si me amó a mí? Te llenaste el cuerpo de tus absurdos tatuajes en un intento por ser diferente a mí, pero en realidad no eres nada más que un desgraciado que se está aprovechando de Arianna. — respondió Renato burlándose.
Leonardo se burló.
— ¿Qué tonterías estás diciendo? Nuestro padre nos crio a ambos por igual, fuiste tú el que decidió vivir su vida como un mediocre y luego me inculpó de cosas que jamás hice en un afán de ganar el favor de nuestro padre y vaya que lo lograste, y no solo eso, hiciste que me desterraran,