Aquellas flores eran hermosas, sin embargo, no pretendía jugar a los novios enamorados con alguien que la estaba forzando a hacer algo que no quería. Entrando a su alcoba, Arianna se vistió, ese hombre tenía que escuchar lo que ella tenía para decirle.

En el lujoso edificio de Majestic Corporation, Leonardo recorría los pasillos junto a Renato; su hermano había sido designado por deseo de su padre como el nuevo representante de negocios y estrategias de las compañías Prego además de ser su CEO. Aquello, por supuesto, le quedaba más que claro que era una provocación ahora que tenía una prometida y estaba pronto a casarse, aunque no era por esa razón que había forzado las cosas entre él y Arianna Bellucci. Casi podía imaginarla; seguramente no estaba nada contenta con su regalo matutino.

Quizás, en un rato más la tendría por allí mismo con una buena dotación de gas pimienta, pero aquello lejos de preocuparle, lo divertía de sobremanera. Arianna había decidido tomar las riendas de su vid