Sasha

La criatura emitió un último grito agudo, antes de fundirse en las tinieblas. La fuente… estaba allí, al final del camino. Habíamos superado esta prueba, pero sabía que solo era el principio.

El silencio tras la desaparición de la sombra era opresivo. Sin embargo, no era un silencio de paz. No, ese calma era pesada, cargada de todas las emociones y tensiones que acabábamos de vivir. El aire parecía más denso, casi tangible, como si la batalla que acabábamos de librar hubiera dejado una huella indeleble en este lugar devastado.

Estaba de pie, jadeante, con las manos aún temblorosas de la energía que había liberado. A mi lado, Adrian estaba igualmente exhausto. Sus ojos brillaban con una intensidad extraña, una mezcla de alivio y perplejidad, como si le costara comprender lo que acababa de suceder.

Lo logramos, murmuró, más para sí mismo que para mí. Pero… ¿qué significa esto para nosotros?

No sabía cómo responder. La criatura había desaparecido, sí, pero eso no borraba lo que aca