GABRIELA
—¿Cómo vamos a salir de aquí?.
Preguntó sintiendo que me tiemblan las piernas y todo el cuerpo porque aún no me creo como la vida me ha cambiado en días, me he vuelto una demente desde que conocí a este hombre que se aprieta el cinturón después de unas embestidas rápidas y calientes que me ha dado en medio del peligro.
— ¿Dónde está ella?— preguntó inevitablemente— ¿Dónde está Isabella?.
—Después de que nos dijo la verdad— se arregla la camisa y me derrito viendo sus manos grandes— se disculpó, pero no es suficiente, me dijo que mi papá había ido contra ella y no fue así, no la dejé seguir hablando porque algo me decía que tenía que volar aquí.
—No fue tu papá, fue Victor— le digo haciendo que me mire sin entender— él me lo dijo, Isabella al igual que yo no tenía la posición económica que ustedes tienen y en su estupidez la metió a la cárcel— habló queriendo ver sus reacciones— en su maldad creyó que estaba haciéndote un favor porque penso que merecías una mejor mujer.