— ¡Dios! — Grito y Ónix me toma de los hombros mientras sus hombres se acercan a Amara. — ¿Qué me estás haciendo? — le grito a la infame mujer y ella cierra los ojos en el acto.
— Nala — Ónix intenta detenerme cuando me vuelvo hacia ella.
— Voy a matarla — Levanto la mano y empujo con fuerza y sin tan solo tocarla, el cuerpo de Amara es lanzado contra el suelo.
A pesar del dolor, que ahora ha disminuido, camino hacia ella y la ataco de nuevo, una y otra vez, mientras observo su cuerpo girar y girar, golpeándose contra el suelo.
La niebla sale de ella y en segundos me rodea. Grito sin poder contener mi ira y mi cuerpo se ilumina esparciendo la niebla a mi alrededor.
“Nala, has caído en su trampa" "Ahora el hombre sin olor sabe que estamos aquí”
Al escuchar a Ónix invadiendo mi mente y ser consciente de lo que acaba de suceder, me detengo en e