Con todo mi cariño,
“Amélie”.
La joven profesora presionó “enviar” para validar su mensaje.
Se sentó en su silla durante unos tres minutos antes de levantarse y volver a la cama. De repente, su teléfono celular vibró. Sin saber quién la llamaba, miró la pantalla y sonrió.
“Querida Amélie,
¡Tu correo me llenó de alegría y emoción! Me alegro mucho de ver lo realizada que estás con Michael. Saber que pude contribuir a tu felicidad me llena el corazón de gratitud. Sois una preciosa pareja y es un honor para mí haber formado parte de vuestra historia de amor. Os deseo muchos más momentos maravillosos juntos. Gracias por compartir conmigo esta hermosa aventura.
Con todo mi amor,
Emma.
Ella leyó el mensaje mientras caminaba hacia su cama y se sentó una vez que llegó. Tomando una respiración profunda, comenzó a jugar con su teléfono.
“Querida Emma,
Me alegro mucho de ver vuestra alegría y apoyo incondicional. Gracias por tus sinceras palabras. Sabes, tengo muchas ganas de conocer a los padres