Capítulo 50
La leyenda de ¿Maya?
Denzel condujo por los caminos oscuros de Lunareth sin pronunciar una sola palabra. La camioneta rugía mientras avanzaba entre los bosques sombríos que rodeaban la frontera norte, Dina iba en la parte trasera, con con el cuerpo encogido entre mantas viejas, apenas respirando para no provocarlo. En cada cruce, cada pueblo, cada paso abandonado, Denzel se encargaba de disimular su presencia. Cambiaba de vehículo, quemaba rastros, se cubría con túnicas de piel oscura y ocultaba a Dina bajo la falsa identidad de una esclava enferma. Ni siquiera los centinelas nocturnos se atrevían a detenerlo cuando lo veían acercarse. Sus ojos no tenían compasión, ni humanidad, solo ese brillo metálico que helaba la sangre.
Fue en un pequeño puesto fronterizo donde escuchó por primera vez el murmullo.
—Dicen que apareció en Selmorra… —murmuró un anciano, agachado sobre su fogón, mientras Denzel echaba gasolina a la moto que había tomado como su proximo vehiculo..
—¿Quién?