Sus labios rozan los míos, sonrío por aquella rica sensación que jamás había sentido. Finalmente acabamos uniéndonos en un beso apasionado, demasiado atrevido. Introduce su lengua en mi boca y me encuentro a mí misma acariciando la húmeda suya, demasiado excitada como para razonar correctamente.
¿Por qué siento que ya lo he hecho antes? ¿Por qué siento que conozco a este hombre?
—Ven conmigo, Opal... Te prometo que no te arrepentirás, escapemos de todo. —Se separa de mí y cierra los ojos, para segundos después clavar su mirada escarlata en la mía.
Y me encuentro deseando hacerlo.
—Pero no puedo irme de aquí, mi tío me tiene encerrada... —Me acalla con su dedo sobre mi boca.
Ofrece su cuello para que yo beba y rápidamente hundo mis colmillos en el, bebo deseosa y él jadea extasiado, disfrutando.
—Tú tío te oculta muchas cosas, no deberías considerar a un mentiroso como él. Olvídate de todo y ven conmigo. Déjate llevar, Opal...
Sus ojos escarlatas me invitan a perderme en la oscur