Pobre Niña
La noticia no tardó en esparcirse. Como sucede en todas las manadas, los susurros viajaban más rápido que cualquier mensajero.Era de lo que todos hablaban esa mañana, aunque había sucedido de madrugada y no muchos podían decir si era cierto… corría la versión de que Lía había regresado del bosque en brazos del Alfa, inconsciente, con el cuerpo sin fuerzas y la fiebre encendida.
-Es verdad… -Habló una de las ancianas al acercarse a un grupo trabajando. -Acabo de ir con el curandero y …- Otra la interrumpió para quejarse.
-¿Por qué haces eso mujer? El hombre debe estar ocupado para atender curiosas.- Le regañó.
-Ey, no fui de curiosa… sabes que mi hijo está por tener su tercer cachorro. Fuí a ver a la muchacha. -Se defendió. -Cómo sea, no quiero que me confundan con una habladora, asi que no les diré lo que vi. -Se cruzó de brazos ofendida y las otras mujeres comenzaron a sonreír.
-Por supuesto que fue así.. ¿Cómo usted iría a la clínica de curiosa?- La mujer asintió. -En