Capítulo 34: Zona de Ruido
Rachel
La casa estaba demasiado tranquila para que algo estuviera bien y Rachel lo sabía, era algo absurdo pero lo sentía en los platos limpios que nadie usaba, en los cojines estúpidamente alineados sin necesidad, en las ventanas que se abrían solas cuando el viento decidía que el aire dentro ya olía a ausencia.
Desde que Violet se fue —sin decirlo, sin anunciarlo, sin mirar atrás— Rachel había recorrido el pasillo central más veces que en toda su estadía. No la buscaba, no iba a mentirse solo trataba de entender qué error la había alejado.
La cocina, dónde antes era un espacio compartido, ahora se convirtió en un lugar de silencio. Ella preparaba café y lo dejaba enfriar, Encendía la radio sin volumen y Pensaba en mensajes que no iba a enviar.
No sabía si debía alertar a alguien, Alexander no se le hablaba desde el martes, a Adrián... se le sentía, él no se comunicaba, él solo se movía como sombra densa. Desde que la noticia de Violet se esfumó, Rache