Algunos días después...
Petra bajaba las escaleras cuando nota a su suegra sentada en el sofá, se miran fijamente mientras Petra baja las escaleras y se detiene frente a ella cruzando los brazos.
— Tu ropa está cada día peor. — dice Rebekah.
— Al igual que el color de tu cabello, sabes que el rubio está desteñido, necesitas retocar el tinte. — dice Petra dejando boquiabierta a su suegra.
— Soy rubia natural. — dice la mujer pasándose las manos por el pelo.
— Natural de farmacia. — dice Petra.
— Hijo, mira cómo me trata tu mujer. — dice Rebekah.
Petra se da vuelta y mira hacia atrás donde ve a Bryan acercándose con un hermoso perro.
— Mamá, estoy seguro de que fuiste tú quien comenzó a molestarla. — dice Bryan.
El perro se acerca lentamente a Petra y le huele las piernas, Petra se ríe y se agacha, acariciando al perro.
— ¿Vas a ponerte del lado de ella ahora? — pregunta Rebekah.
— Ella es mi esposa. — dice Bryan.
— Y yo soy tu madre. — dice indignada.
— Tú no eres una sant