LOGAN
Toca la puerta de la habitación de mi madre, sé que está en casa porque el plato de Ares está lleno. Ayer tuvo el turno de la tarde y seguro durmió con su ¿novio?, aún siento raro saber que mi mamá tiene un novio al cual puede ver todos los días, mientras que yo tengo que viajar horas para poder estar con él un solo día. Sé que soy egoísta porque también sé que estar aquí significó para mi mamá una nueva oferta laboral. Sé que está aprendiendo cosas y está viviendo una nueva vida que no se reduce a llegar a casa cansada y una cajita con una mini hamburguesa con papas. Desde que estamos aquí hay brillo en sus ojos, pero en los míos hay menos ganas de seguir aquí. Para lo que para mamá es una bendición para mí es una maldición la cual quiero romper. Quiero ir a casa, quiero caminar por las calles llenas de pavimento y no solo de polvo como Creseville. Lo único bueno de Creseville es… es Cid. Me cuesta a veces admitir que Cid vino a darle un poco de luz y sab