LOGAN
Despierto con mucho calor, me muevo un poco y siento la presencia de alguien. Sigilosa volteo hacia lado mío y lo que me encuentro es sorprendente: Cid sin camiseta dormido. No entiendo cómo es que este hombre llegó a mi cama, pero de algo estoy segura… estoy usando la horrenda camiseta que me regaló Danielle el día de mi cumpleaños. Pequeña encantadora… si, ahora Cid tendrá material para hacerme la vida imposible. Abro la ventana para que entre un poco de aire, aún es de noche y no se ve nada más allá de lo que puede alumbrar la lámpara de pórtico. —¿Te encuentras bien?— pregunta Cid. —Si, tenía mucho calor.— Comento tranquila.— Es como si estuviera durmiendo a lado de un oso. —O tal vez de un lobo— asegura. —Si, como no— bromeo. La luna es brillosa, tan brillosa que ilumina de manera tenue la calle.— Es luna llena, ¿saldrás a aullar?— doy un brinco cuando escucho a lo lejos un lobo. —Yo no, pero al p