Capítulo 35

Amaya

—Dios… —dije y negué—. Espero que Hiro la distraiga…

—Es una chica muy tierna que entendió la situación —explicó mamá cuando cayó en cuenta de que había cometido una imprudencia—. El hecho aquí es cómo estás.

Con los ojos le pedí ayuda a mi padre.

—Tiene… Tiene tres costillas rotas, una de ellas fracturadas con peligro de astillas, además de contusiones en el cuerpo —le explicó y vi cómo se puso más pálida de lo que ya era—. Tiene uno de sus pulmones inflamados, por lo que necesitará esteroides, así como calmantes.

—Dios, mío… Te dejaron hecha un desastre mi bebé —pronunció ella con dolor y se acercó para acariciarme la cabeza—. Para ver bien tu cara, esto… es r

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