POV: Aslin Ventura
La mansión dormía.
El silencio era tan espeso que hasta mi respiración me parecía un ruido peligroso. Mis pies descalzos se deslizaban por el mármol helado sin dejar huella. Había esperado semanas para esto. Observando, memorizando horarios, anotando mentalmente el sonido de cada cerradura, cada cambio de turno. El guardia de la escalera tenía la costumbre de dormirse cerca de las tres de la madrugada, y la electricidad fallaba brevemente a esa hora por una sobrecarga que afectaba el sistema de cámaras. Diez segundos. Era todo lo que tenía.
Diez segundos para abrir la puerta del sótano y llegar al pasadizo de servicio.
Los niños dormían, y eso me partía el alma. Los había abrazado más fuerte esa noche, murmurándoles promesas que no sabía si podría cumplir. “Volveré por ustedes”, les dije, con los ojos cerrados y el alma hecha un nudo.
Habia decidido ir hasta la mansion de Cedric , para pedirle ayuda y volver antes del amanecer , solo esperaba que nadie me descubri