Capítulo XIII. La Señora Miller y su primer día de trabajo.
Yvaine.

Durante la noche, Norman y yo, habíamos dejado claro los términos de nuestro acuerdo, aparte, lógicamente, de pasarnos casi toda la noche subiendo y bajando del paraíso como si tuviéramos ascensor. Todo se definió de la siguiente forma:

Nadie sabría que yo era su mujer, usaría mi apellido de soltera, Yvaine Stewart, se me dejaría el coche del servicio, ya que, aunque mi marido insistió en que me comprara uno o que fuera con chofer, yo gané esa batalla diciéndole que así llamaría mucho la atención, además conocía sus gustos caros y seguro terminaba comprándome un Ferrari o un Lamborghini. Él sonrió, ante mi comentario, y me dijo que eran coches muy fiables.

Además, aunque él supervisara mi trabajo, como el de todos en la empresa, no podría intervenir de manera alguna, para protegerme o facilitarme mi trabajo. Eso me lo tenía que ganar yo, y si fallaba o me despedían por mi incompetencia, él sólo debía aceptarlo. Por contra partida, tenía que tener mi propio servicio de segurida
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo