Capítulo XII. Revelaciones.
Norman.

Durante toda la noche, me dedique a arrancar gemidos de placer y lujuria, deje de contar las veces que ambos llegamos al paraíso. Pasamos la noche entre sesiones de sexo, comer para recuperarnos, y conversaciones íntimas. Fue aquí como descubrí como nacieron mis hijos, y la cicatriz que le dejaron a su madre tras la cesárea que tuvieron que practicarle, ya que Roy William era demasiado grande e impedía que su hermana naciera, corrían el riesgo que, si esperaban a que la naturaleza siguiera su curso, Ailan Caroline podría tener problemas de sufrimiento fetal.

Cuando nos duchamos vi la pequeña cicatriz que se observaba en la parte baja del abdomen de mi mujer, ella intentó taparlo, porque temía que me pareciera desagradable, pero yo, al contrario, le aparté las manos y me arrodillé para besar y acariciar esa parte. Me excitaba esa pequeña cicatriz, no sólo porque por allí nacieron mis hijos, sino porque hacía que despertara mi instinto de hombre, y demostraba que yo había sido r
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