Selene:
Aidan me hace sentir tan bien que no sé qué es lo que va a pasar entre nosotros este tiempo.
—No puedo resistirme a él.
¿Cómo ha logrado dominarme?
¿Cómo ha podido llegar a estar forma de mí? No lo entiendo.
Pero por primera vez en mi vida me sentía bien.
De hecho mucho más que bien, sin embargo al recordar a Leif y a mi familia un nudo se hacía en mi garganta.
Me levanté de la cama buscando a Aidan con la mirada y al no encontrarlo me di una ducha rápida y salí de la habitación para ver a Aila.
—¿Aila, cariño?
Entré en la habitación por completo y ella estaba jugando con un par de niñas que no conocía pero al verme corrió en mi dirección lanzándose a mis brazos aferrándose a mi cuello.
—Te eché de menos, Selene.
—Yo también nena.
No he podido venir antes pero ya estoy aquí.
—Mis amigas han venido.
—Ya lo veo.
Las dejaré solas un rato y luego volveré.
—Vale, adiós.
La dejé en el suelo y ella volvió donde sus amigas.
Salí a la cocina ahora sintiendo que me sonrojaba.
—Segurament