PERSPECTIVA DE HADES WINTER.

Conocí a Grace Coleman cuando éramos niños... Se sentaba a mi lado a diario, lo cual al principio me resultaba algo incomodo. Nunca fui de hablar mucho y el simple hecho de tener que socializar me generaba demasiado estrés. Sin embargo, para mi sorpresa Grace no era como las demás niñas del salón que siempre charlaban, sonreían y eran molestamente ruidosas.

Grace era distinta; callada, tímida, no hacia contacto visual y a duras penas podía escuchar su respiración cada cierto tiempo. Me llegue a sentir tan cómodo con ella, que el tiempo hizo que yo lograra acostumbrarme a su presencia. Incluso su aroma a vainilla dulce, extrañaba ese aroma cuando estaba en mi casa.

El tiempo paso rápido. Nos graduamos en un parpadeo. Mi vida cambio radicalmente cuando mi madre comenzó a enfermar. Pasaba mas tiempo en hospitales que en mi propia casa, luego mi padre se hizo más millonario, y algo que odio del dinero en masa es que siempre viene a