Ella se detuvo, y yo levanté mi lapicero, dándome cuenta que había estado delineando la misma caja una y otra vez.
-En dias soleados, como una niña, podía aún despertar a ese emocionante sentimiento. Me mareabas con las expectativas, justo como una tormenta sinfónica. Eras una tempestad en el sol, el rayo en un aburrido cielo sin nubes.Sospecha hizo su camino bajo mi piel, y mi respiración se hizo superficial.Esto no era un monólogo.Y continuó:-Recuerdo que paleaba mi desayuno lo más rápido que podía, asi podía llamar a tu puerta. Jugábamos todo el día, solo volviendo a casa para comer y dormir. Jugamos al escondite, me empujabas en el columpio, o escalábamos árboles.No pude evitarlo. Mis ojos se movieron para encontrarse con los de ella, y mi maldito corazón... era como si estuviera tratando de llegar y apretarlo en su mano.Tate.¿Estaba hablándome?-Ser tu compañera me dio una sensación de hogar