Estoy en el baño intentando no vomitar cuando alguien abre la puerta detrás de mí.
-Está ocupado. grito, pero para cuando me giro del lavabo, veo que es demasiado tarde. La mujer que me ha estado siguiendo ya está aqui y cierra la puerta tras de si. -Fuera.
Aprieto los dientes y los puños, pero no la toco. No soy como esos hombres de ahi afuera, y me niego a seguir fingiendo.
Cuando Marco me contó lo que iba a pasar esta noche, se me revolvió el estómago. He oido hablar de las fiestas que organizan y sabia que esperaba que participara. Se me da bien fingir, pero solo puedo hacerlo durante poco tiempo. Después de un rato, supe que no iba a poder ocultar mi disgusto mucho más tiempo. Por eso entré solo en el baño.
¿Qué te pasa? ¿No te gusta lo que ves? por su cuerpo, pero no miro adónde van. Mueve las manos Estoy demasiado jodidamente enojado para mirarla a ella o a cualquier otra persona de aquí.
-Vete. digo, y la amenaza es clar