capitulo 5: Malestares

Isabel

Mis ojos están secos, por tanto, llorar y ya no siento mi voz debido a mis gritos, pero no ha servido de nada porque me encuentro atrapada en esta m*****a habitación de esta m*****a casa.

Salí de mis pensamientos cuando una mujer entro a la habitación con una charola en mano, la cual contiene un sándwich y jugó de naranja.

—Buenas noches, señora Isabel.—Me saluda dibujando una sonrisa cálida en sus labios

—¿Por qué me trae eso?. Aquel tipo dijo que no debo cenar en dos días.—Espete. El hecho de mencionar su nombre o pensar en él me provoca nauseas.

—No ha nacido el hombre que me ordene que hacer ni siquiera mi niño y yo no la dejaré morir de hambre.— Sentencia severa.

—Gracias, señora...

—Soy Abril, la nana del joven Federico.

La mujer posee el cabello canoso recogido en un chongo, los ojos color verde y luce un vestido color blanco con detalles en tonto rojo, es bastante sencillo.

—No puedo cenar con las esposas y además quiero ir al baño.

—Está bien, pero no intente huir o yo estaré en problemas.—Ella saca las llaves de un cajón y libera mis muñecas, las cuales se encuentran rojas.

No puedo creer que ese sujetó se haya atrevido a esposarme a la cama. Puedo ver las marcas en mis muñecas y el ardor es muy intenso.

—Por favor llame a la policía, ese tipo está loco.— Le suplico conteniendo mi sollozo

—Tranquila, él nunca lastimaría a una mujer. Dúchese y cené, le traje ropa perteneciente a mi nieta, creo que es su talla.

—Muchas gracias ¿Dónde está Federico?.—Formule limpiando mis mejillas con mis manos.

—Fue a visitar a su hermano —Responde

—¿Hermano?— Replique desconcertada

—Si él tiene la edad de usted, se llevarían muy bien.

—¿Será el falso Federico?—Murmure para mí mismo

—¿Dijo algo señora?

Negué con la cabeza —Llámeme Isabel o me hará sentir como una señora grande.

Ella asiente

Ahora que lo pienso no conozco nada de la vida de mi ahora esposo.

Lo único que sé es que es dueño de una gran empresa, pero estoy dudando que sea verdad.

—¿Él de verdad se llama Federico Salvatierra?— Pregunté mientras bebo un sorbo de jugo

Ella asiente —Es lo único que le diré, señora, el joven nos prohibió hablarle de su vida. Ya cometí una indiscreción al hablarle del joven Julián.

—Gracias.

***

Los últimos días han transcurrido rápidamente. He sentido una paz absoluta porque ese sujeto no ha regresado a verme.

Me he dedicado a pasar tiempo con Abril. Ella prepara mis comidas favoritas y me permite ayudarla en los quehaceres de la casa así no me aburro.

Habla mucho de sus nietos, quienes son su adoración. Con su nieta no tiene una gran relación, embargo, con su nieto sí, pero él vive lejos debido a que estudiaba en la universidad. Según Abril pronto regresará porque ha culminado sus estudios.

Aún no puedo creer que estoy en esta situación tan horrible.

He considerado la posibilidad de buscar a mi abuelo, en busca de ayuda, pero mi orgullo es más grande.

Durante toda la vida me han mencionado que soy el retrato de mi madre; debido al tono de mi cabello y el color de mis ojos, pero poseo el mismo carácter de mi padre.

Quizás por eso mi abuelo deseaba que yo me forme a su imagen y semejanza porque ve en mí el recuerdo de su único hijo.

No mentiré mis padres no eran perfectos y tampoco se amaban entre si.

Eran esa clase de matrimonio que solamente están juntos por apariencia, conveniencia económica o por el bienestar de sus hijos. Aunque creo que él sí la amaba, lo percibía en su forma de mirarla.

Podían transcurrir horas de discusión en discusión. A pesar de que era pequeña lo recuerdo a la perfección.

Mi padre era muy parecido a mi abuelo en el sentido de que era déspota y creía que debido a que era un Montenegro el mundo debía pleitesía.

Varias veces humilló a los empleados y tenía más enemigos que amigos. Era famoso por su carácter déspota y soberbio.

Sin embargo, en su trato hacia mi no tengo ninguna queja de ninguno de los dos. Yo era su adoración, me amaban y consentían demasiado. Era una especie de princesa la cual resguardaban en una burbuja, principalmente, mi padre.

Admito que él no era la especie de hombre que reparte felicidad por el universo, pero era mi padre y lo amaba con toda el alma. Su muerte es un hecho que cambio mi infancia por completo.

Con mamá tenía una excelente relación. La admiraba y adoraba, a ella le fascinaba jugar conmigo, peinarme y maquillarme.

Tal vez herede mi amor por la moda y el maquillaje por ella. Debido a que en su juventud fue modelo, pero dejo su carrera cuándo se casó con papá y llegue yo.

A causa de era muy consentida, no tome bien cuando llegó mi hermana Jessica porque creí que me quitaría el amor de mis padres, pero no fue así.

No tenemos demasiada diferencia de edad. Al parecer mis padres no perdieron el tiempo porque ella es dos años menor que yo. Me contaron que yo era muy celosa cuando ella llegó, pero yo no lo recuerdo.

Nunca deje de ser el centro de atención de mis abuelos y mis padres. De hecho en nuestras peleas mi padre siempre estaba de mi lado.

No mentiré diciendo que fui una niña amorosa y dulce, siempre he sido muy rebelde y caprichosa.

Cuándo cumplí seis años llegó mi hermana Maggie y creo que ese fue el punto de quiebre de la relación de mis padres.

Supongo, que papá deseaba un hijo varón y llegaron tres mujeres; por ello, se enfadó con mamá y ella no se quedaría callada.

Con Maggie mi relación era opuesta a la que tenía con Jessica. Ella siempre ha sido como mi muñeca, mi princesa consentida y a pesar de que actualmente, ya tiene diecinueve años siempre la sobreprotegeré.

Cuando mis padres murieron ella tenía tres años y por ello, no los recuerda debido a eso todo lo que sabe de mis papás se lo he contado yo.

He inventado una bella historia de amor de uno de los mejores y más guapos empresarios quien conoció a la top model del momento. Se enamoraron, casaron y tuvieron tres hermosas hijas.

Por supuesto, tampoco le diría que cuando ella nació mujer faltaba poco para que ellos se divorcien y que discutían seguido, sin embargo, Jessica y yo recordamos cada discusión.

Volviendo a la realidad, estoy en mi habitación leyendo un libro. Sin embargo mí lectura no tardo en ser interrumpida cuando escucho el sonido de un carro.

Me dirigí a la ventana para mirar y divisé a dos hombres, quienes están llegando a la mansión..

No logró ver si se trata de Federico, pero supongo que debe ser él y probablemente el otro hombre es su hermano, al cual a partir de hoy llamaré el falso.

No estoy segura si estoy lista para verlo después de saber la forma en la cual me engañó.

Quisiera decir que solamente siento odio por él, pero es mentira porque sigo enamorada.

No puedo olvidar sus besos, caricias y sus palabras de amor.

—Isabel — Él pronuncia mí nombre al entrar a la habitación, por supuesto se trata de él, mí pesadilla.

—¡Qué quieres! — Bramo molesta dirigiéndole una mirada cargada de furia

Él no deja de carcajear burlesco—Espero que hayas aprendido la lección, pequeña. Veo que no estás esposada.

—No tomes represalias contra la señora Abril, yo la fastidie con mis gritos hasta que cedió y quitó las esposas.

—No soy un monstruo, mi amor.—Él intenta llevar sus manos a mis mejillas, pero yo aleje su mano de mí. No soportaría su tacto.

—¡No quiero que un cerdo como tú me toque!. — Gruñí enfadada percibiendo cómo la intensidad de su mirada aumenta. En este instante creo que sería capaz de matarme.

—¡Soy tu marido y hago contigo lo que quiero! —Exclama molesto mientras sus manos rodean mi cuello, sin embargo, no ejerce presión— ¡Te aconsejo no retarme!... Prepárate porque irás a tu nuevo hogar conmigo.

—Mi casa es mi departamento.

—¡No discutas, Isabel! ¿Acaso creías que vivirías en esta hacienda toda la vida?. No, mi amor, si me casé contigo fue para disfrutarte por las noches y para ello, es necesario que vivas conmigo en mi casa y principalmente, en mi cama.

—¡Antes muerta!— Levante mi puño y lo dirigí hacía su rostro, pero él sostuvo mi brazo y me empujó a la cama, como si yo fuera una pluma.

Me cargo en brazos, cómo la última vez y salió conmigo de la habitación.

***

No dejo de pensar en que mi amigo Jorshua conoce la ubicación de la hacienda debido a que él me acompaño para la boda, pero ahora nunca sabrá en donde estoy. Ni siquiera yo sé a que lugar me llevará este hombre.

Y no tengo forma de contactarlo debido a que en la hacienda no había teléfonos disponibles ni wifi.

Miro el camino por la ventana mientras el chofer conduce y el imbécil de Federico rodea mi cintura, como si temiera que me arroje por la ventana.

—¡Detengan el carro!—Grite fuerte

—¡No huiras Isabel!—Exclama él

—Por favor, hijo —Le suplica Abril quien también se encuentra en el carro

Cuando detuvieron el vehículo baje de inmediato y devolví el contenido de mi estómago en el pasto. Nunca me he sentido tan mal en mí vida.

Federico se encarga de sostener mi cabello para que no me ensucie. Cuando termine me entrego una botella con agua. Enjuague mi boca para quitarme este maldito olor nauseabundo.

No entiendo como pude enfermarme de esta forma. Yo suelo ser muy sana y he comido muy bien.

Sin embargo, en los últimos días me he sentido muy débil y sin ganas de salir de la cama

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