6. La piscina (L2)
Los niños, ya cansados por las emociones del día, se acomodaron en la cama, mientras Hariella y Hermes se miraban, conscientes de que habían construido algo sólido y hermoso. Esa noche, en ese hotel, no solo se celebraba una boda, sino también la consolidación de una familia que había pasado por mucho para llegar a ese punto. Y aunque la ciudad seguía vibrando a sus pies, en esa habitación, solo existían ellos. Luego de cuatro años, de sus discusiones e intrigas habían podido estar juntos. Lo que había iniciado solo como un experimento de parte de ella para saber cómo se sentía el amor, se había convertido en algo tan grande que ella no podía imaginar. Tenía el afecto de un hombre maravilloso como Hermes y había dado a luz a sus hermosos mellizos; cada uno con la herencia genética de ambos. Era el producto de su pasión. A pesar de que las mentiras y engaños, eso era real y verdadero, genuino e irrevocable.
Hariella y Hermes se cambiaron en la suite del hotel, preparándose para disfr