32. El fervor
La atmósfera en la habitación era de pura conexión y devoción. Hermes continuó estimulando a Hariella, sus movimientos siendo tanto amorosos como apasionados. La sentía despertarse por completo bajo su toque, sus gemidos volviéndose más audibles, sus suspiros más profundos.

Hermes, observando el efecto de sus caricias en Hariella, sentía su propio deseo intensificarse. Cada sonido, cada movimiento de ella lo incitaba a continuar, a explorar más profundamente la intimidad que compartían. Con cada caricia, con cada movimiento de sus dedos, sentía que se acercaban más, no solo en cuerpo, sino también en alma.

Hariella con la mirada fija y lujuriosa, observaba Hermes. En sus ojos, vio el reflejo de su propio deseo y amor. Sin decir una palabra, sus cuerpos se acercaron aún más, listos para continuar su exploración matutina, su conexión más fuerte que nunca.

Luego de ese íntimo despertar, Hermes le indicó a Hariella que se colocara a gatas. Ella, con una mirada llena de deseo y complicidad,
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App