Capítulo 19.
-¿En serio no vas a hablar conmigo?- Dije con un puchero.
Cole y Mateo no regresaron a la habitación después de algunas horas, fue Drantos quien vino a escoltarnos para subir a cubierta porque la isla estaba a la vista.
Mamá se colgó al brazo de Drantos y yo escondí una sonrisa mientras los miraba alejarse.
Qué bonito era el amor.
El barco había dejado de moverse violentamente hacía una hora así que mamá y yo habíamos intentado dormir; a mí me fue imposible, tenía mucho en qué pensar.
Cuando por fin subí a la cubierta, encontré a Mateo amarrado al mástil principal que se encontraba en medio del barco. Se veía empapado y muy infeliz.
Los lobeznos lo miraban con curiosidad pero para ellos era más interesante la nueva isla así que no se acercaron a él.
Yo lo hice y él ni siquiera se dignó a mirarme, miró hacia el cielo.
-¿Eso quiere decir que tampoco quieres que te desate?- Pregunté curiosa y eso me hizo merecedora de una mirada que prometía venganza.
-El príncipe Cole dijo que el prínci