Capítulo 9: Amistades nuevas, el primer paso para un nuevo futuro.
Daisy.
-” Mi Dasy, por fin has llegado, el cartero me ha entregado una carta certificada, pone que es urgente, es de un bufete de abogados, te la he dejado en el escritorio de tu cuarto”- me dijo Milly, mirándome con mucho interés, hasta con cierta anciedad en sus palabras.
Imaginé que esa carta pertenecía a los abogados de la señorita Zimmerman, a colación de la denuncia que había puesto, seguro que se me había enviado un requerimiento legal, para que yo les proporcionara las pruebas contra el cerdo de Conrad Montgomery, hacía ya dos semanas que nos habíamos encontrado en la cafetería en la que trabajaba por horas, fue allí donde descubrí que, a pesar de todo, el mundo es un pañuelo.
Por lo visto las dos hermosas mujeres, a las que yo pretendía ayudar, dándole las pruebas que tenía, y que necesitaban, para acusar al maldito e influyente Conrad, estaban relacionadas con dos personas que, mi hermano mayor Vermont, había considerado como sus enemigos, aunque gracias a dios, no eran los