El portón de altas rejas negras se abre, y da paso a la exorbitante mansión. El auto avanza hacia la entrada y Denisse sale disparada de este ante la primera oportunidad. Corre a toda prisa por las escaleras, su respiración es agitada y la desesperación se apodera de su cuerpo. Su padre se encuentra en el salón principal acompañado por lo que parece un investigador de la policía. Sus gestos no son tranquilizantes, no alcanza a ver su rostro pero por la posición de su cuerpo denota no estar dando buenas noticias. Al su padre verla, hace una seña al hombre para que se retire y este se marcha por la puerta que sale al garaje.
— ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está Félix? —reclama con su corazón a punto de explotar.—Calma querida —su padre la toma por los hombros y la guía a sentarse en una de las sillas —Tú hermano debía regresar anoche para hoy tratar unos asuntos de la empresa, pero nadie lo ha visto después de dejar el avión. Su móvil está ilocalizable. La policía dice, que hay q