Denisse camina revuelta por la habitación, ya falta poco para tener que ir al encuentro. Richard la observa un poco inquieto ya, por su ir y venir. El teléfono suena y ella se lanza sobre él como si su vida dependiese de ello, y es que la de alguien más si depende de eso.
—Diga —responde y su corazón late a miles de revoluciones por segundo. —Tenemos a su hermano —responde la voz con la que había hablado hacía unos minutos. —Está bien —informa y ella suelta un suspiro —Lo encontramos a un lado de la carretera en el desierto. Está inconsciente y deshidratado. Voy camino al hospital con él en una ambulancia. Ya he informado a su padre. — ¿cómo le explicaría aquello a su padre? —Tengo que verlo. —Hace un intento por tomar su bolso para salir hacia el hospital. —No, debe seguir con el plan. —responde el inspector de forma inminente —No parece haber sido golpeado o sufrido de daños mayores. Siga con el plan, la llamaré si hay algún cambio.