Lyra sintió una molestia en la cara, como cuando un mosquito se te posa, o quizás una mosca.
Abrió los ojos al notar la molestia. Fue entonces cuando lo vio.
Se retractaba, no se trataba de un mosquito molesto. O bueno, al menos no un insecto -¿James?- bostezo
-Buenas, amor-le sonrió -¿estas bien?
-¿Me estabas besando la cara?
-Si. Losiento, fui débil. Te vi ahí y te desperté. Quizás debí dejarte dormir un poco más…
-No. Está bien.-dijo -¿Cómo te sientes? -le pregunto recordando que estaba enfermo
-Mejor. Mucho mejor – se tocó la cabeza -la fiebre se ha ido
-Me alegra oír eso -entonces le sonrió
James desvió su vista de ella -bueno… yo ya estoy sano y…
-¿Qué?
-Y ya amaneció. Y… yo me preguntaba… si lo que dijiste ayer…-la miro con aquellos ojos azules que la volvían débil -¿lo decías enserio?
¿Decir enserio? ¿Qué cosa? ¿de que hablaba?
Pero entonces los recuerdos volaron a su mente más rápido que un rayo.
“Si para mañana estas recuperado… entonces te dejare hacerme lo que quieras”
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